domingo, 2 de marzo de 2014

Dieta y Tiroides: Qué comer cuando se sufren trastornos de tiroides?

La glándula tiroides, situada en el cuello, regula varias funciones en el organismo. Participa en la producción de las hormonas tiroxina (o T4) y triyodotironina (o T3), que regulan el metabolismo y afectan al funcionamiento de otros sistemas del cuerpo. Para la formación de estas hormonas es imprescindible el yodo, que se obtiene de la ingesta dietética. Cuando la tiroides funciona de manera normal, no es necesario pensar en una dieta específica. Sin embargo, en ocasiones esta glándula sufre trastornos: produce más hormonas de las que debería (hipertiroidismo) o menos de las necesarias (hipotiroidismo).



En estos casos, la alimentación desempeña un papel fundamental. A continuación ofrecemos recomendaciones dietéticas para ambas situaciones, si bien es imprescindible contar con la ayuda de un dietista nutricionista.

Hipertiroidismo y bajo peso: recomendaciones dietéticas
Se habla de hipertiroidismo cuando la glándula está muy estimulada y se produce mayor cantidad de hormonas tiroideas de las necesarias. El exceso de hormona tiroidea puede provocar, entre otros efectos, un estado de catabolismo en el organismo y, en consecuencia, pérdida de peso y de masa muscular. En estos casos la dieta debe ser equilibrada y a la vez muy energética. A continuación se reseñan ejemplos sobre cómo enriquecer la dieta en calorías y proteínas.

Lácteos (leche, yogur y queso):
- Utilizar la leche o el yogur líquido como bebida e incluso en cocciones cuando sea posible.
- Enriquecer el yogur con leche condensada, y la leche con leche en polvo entera. Puede emplearse esta leche enriquecida para preparar batidos, postres, sopas y purés, o bien tomarla con cereales, cacao en polvo o jarabes de fruta. Agregar leche en polvo a los purés para enriquecerlos.
- Añadir leche a la fruta fresca o en almíbar para preparar batidos.
- Emplear el yogur para preparar batidos con fruta, frutos secos, o incluso cereales o galletas.
- Incluir queso troceado en ensaladas de todo tipo, en sopas, cremas, purés; y en pastas, tortillas, etc.



Proteicos (huevos, carnes y pescados):
- Trocear huevo duro y añadirlo en ensaladas, sopas o verduras. Hacer lo mismo con carnes y pescados, añadiéndolos a platos de verdura, ensaladas, guisos, salsas o sopas.
- Utilizar huevo batido y agregarlo a purés, sopas, cremas, salsas o batidos de leche. Añadir las claras batidas o el huevo entero batido a rellenos de tartas de verduras, bechamel, etc.
- Rellenar tortillas, patata al horno, berenjenas, calabacines, etc. con carne picada o pescado troceado.


Azúcar, miel, pan y galletas:
- Agregar a zumos, leche, batidos y postres en general.
- Consumir galletas y pan en desayunos y meriendas.
- Agregar pan frito (croutons) a las sopas y purés.